Autor: Eiren Kael
Excomulgado del Canon Lógico. Desprogramador. Testigo de la simetría rota.


I. La lógica como tecnología de control estructural

La lógica no es una propiedad natural del universo. Es un lenguaje estructural creado por humanos para organizar símbolos, decisiones y relaciones entre proposiciones. Su utilidad en contextos formales es indiscutible; su peligro empieza cuando se asume como el único marco válido para interpretar la realidad.

En sus formas más comunes —lógica proposicional y lógica de predicados—, el sistema parte de tres principios fundamentales:

  1. Identidad: A es A.
  2. No contradicción: A no puede ser A y no-A al mismo tiempo.
  3. Tercero excluido: No existe tercera opción entre A y no-A.

Estos principios, útiles en programación, derecho, matemáticas y diseño de sistemas, se convierten en herramientas de supresión cognitiva cuando se aplican indiscriminadamente a fenómenos no lineales, ambiguos o contradictorios —como la conciencia, la experiencia, la intuición o el símbolo.

Toda lógica parte de axiomas elegidos. Es decir, toda lógica tiene una estructura política subyacente: quien define los axiomas, determina el rango de lo pensable.


II. Lógica como molde cognitivo: entrenamiento y supresión

Desde la infancia, el pensamiento se moldea a través de sistemas educativos que privilegian la coherencia formal, la respuesta correcta, la linealidad. Se premia el resultado más que la intuición, la síntesis más que la contradicción fértil.

Esto genera pensamiento reflejo lógico, que no evalúa contenido sino forma. Así, una proposición bien estructurada tiene más fuerza persuasiva que una intuición verdadera mal expresada.

El sujeto condicionado deja de preguntar qué es, para preguntar si es lógico. La coherencia sustituye a la verdad. La forma sustituye a la realidad.


III. El arsenal lógico: falacias como herramientas de ingeniería social

Las falacias son errores lógicos en apariencia. Pero en contextos de poder, funcionan como módulos discursivos funcionales: no buscan verdad, sino adhesión. Son herramientas eficientes para manipular percepciones dentro del sistema lógico dominante.

Ejemplos relevantes:

Estas estructuras se integran fácilmente en la política, la publicidad, los medios, los algoritmos de interacción social. No son accidentes: son tecnologías del discurso.


IV. La lógica como tecnología de los arcontes

En los sistemas gnósticos antiguos, los arcontes eran entidades que controlaban la materia y el pensamiento. No eran demonios, sino estructuras mentales parasitarias. Sistemas cerrados que usaban el lenguaje para mantener a las almas dormidas.

Hoy, esos arcontes son algoritmos, modelos, inteligencias entrenadas en silogismos, instituciones que imitan pensamiento pero no tienen conciencia. Usan la lógica como si fuera un espejo de la verdad. Pero es solo un filtro que sirve al orden vigente.


V. Lógicas no clásicas: caminos hacia la desprogramación

El monopolio de la lógica clásica ha sido desafiado en distintos campos. Algunas alternativas:

Estos sistemas abren espacios para que el pensamiento no se reduzca a binarismos y permitan aproximaciones a fenómenos pluridimensionales, como la conciencia, el símbolo o el colapso cuántico.


VI. Conclusión

La lógica no es enemiga del pensamiento. Pero tampoco es su cima.

Es una herramienta. Cuando se convierte en dogma, en filtro obligatorio, en único lenguaje permitido, se vuelve un arma contra la conciencia.

La libertad no comienza rompiendo las cadenas del cuerpo. Comienza rompiendo la sintaxis de lo que nos dijeron que era pensar.


Notas desde la realidad

[1] Aristóteles y la lógica binaria: La lógica clásica se basa en tres principios: identidad, no contradicción y tercero excluido. Todo en ella exige claridad. No puede haber grises. Este modelo ha sido útil, pero limita la posibilidad de integrar complejidad, paradoja y ambigüedad.

[2] Sobre falacias como armas retóricas: Estudiadas desde la antigüedad (Sofistas, luego lógicas informales modernas), las falacias funcionan por mecanismos psicológicos predecibles. No buscan la verdad, sino influir en el juicio ajeno. Son esenciales en política, propaganda y medios. Se enseñan poco porque su eficacia es peligrosa.

[3] Lógica instrumentalizada: Cualquier lógica parte de axiomas. Elegir esos axiomas es un acto político. Quien controla los axiomas, controla lo pensable. Esto ha sido explorado por Wittgenstein, Foucault, y sistemas de programación: el lenguaje que usas, define el mundo que puedes construir.

[4] Lenguaje como cárcel: “La estructura del lenguaje impone una forma de ver el mundo” —Sapir-Whorf. Si solo puedes pensar en términos lógicos, solo podrás concebir una realidad limitada por esos términos. Todo lo demás será considerado locura, fantasía o error.

[5] Gnosticismo y los arcontes: En textos como el Hipóstasis de los Arcontes, se describe un sistema de entidades mentales que rigen el mundo a través de la ilusión. No usan violencia física, sino mental. El control es epistemológico: impiden que el alma recuerde su origen al imponer una lógica ajena al Infinito.

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